Panorama casi reciente del Campamento de la Esperanza donde vivieron recordadas y muy queridas familias cerreñas y donde ocurrieron grandes hechos históricos. En mayo de 1908 –por ejemplo- el incansable aventurero Durand quiso tomar nuestra ciudad para que, desde aquí, pudiera derrocar al gobierno de entonces. Después de apoderarse del “Polvorín” de la compañía, los insurrectos avanzan por sobre esta explanada, pero nuestro pueblo en armas los repele y los vence. Aquella fecha, los ojos del país estuvieron sobre nuestra ciudad.
En uno de estos cuartos nació en 1924, Eleodoro Vargas Vicuña, que, andando los años se convirtió en notable poeta y novelista. Recibió el Premio Nacional de Literatura tras escribir sus libros “Ñahuín” y “Taita Cristo”. Fue hijo de Eleodoro Vargas Galarza notable jugador del Centro Tarmeño Social y Deportivo. Posiblemente su señora madre, doña Julia Vicuña Avellaneda -natural de Acobamba- sembró en él un cariño entrañable por esa tierra a la que adoptó como su cuna. No obstante que el Cerro de Pasco había sido su origen y el escenario de los primeros años de su vida, él lo negó diciendo, primero, que era arequipeño y después cajamarquino para, finalmente afirmar que era acobambino. Esa fue su decisión que respetamos. Fue enterrado en aquel pueblo.
En el campamento que vemos en la foto, nacieron una respetable cantidad de amigos muy queridos que, en la actualidad, se encuentran diseminados por todo nuestro territorio. A la derecha de la foto se ve la escuelita de la Esperanza que, acertadamente, lleva el nombre de don Ricardo Palma; más allá el campo deportivo y, prendidas de los cerros, las casas de los que quieren seguir viviendo en la tierra bendita. Al ver esta fotografía se nos oprime el corazón por todos los recuerdos que concita. ¡Lindo nuestro barrio querido!
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Pueblo Martir del Maestro César Pérez Arauco
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